La alta dependencia de Chile del combustible importado y las malas condiciones del agua significan que la red eléctrica del país podría tener grandes problemas este año, lo que lleva al país a tomar medidas de emergencia y considerar las raciones eléctricas.
A raíz de cifras de precipitaciones inesperadamente malas, el Ministerio de Energía emitió un decreto el año pasado implementando una serie de medidas de emergencia y generando temores sobre las raciones de energía, ya que el aumento repentino de los precios internacionales del combustible y la invasión rusa de Ucrania han aumentado la demanda de GNL. Según los funcionarios, eso podría aumentar la presión sobre la red local.
El gas de Rusia “viaja especialmente a Italia y Alemania”, dijo José Venicas, jefe de la CNE, que regula la energía, en un seminario web organizado por el grupo de comercio renovable Acer. “Los países que dependen en gran medida del gas ruso no tienen la mayor capacidad de restauración de GNL”.
Según Venicus, esto favorece a Chile en el corto plazo porque “el GNL no es una alternativa viable al gas natural ruso, pero ciertamente cambiará con el tiempo”, dijo. “A corto plazo no tenemos motivos para pensar que habrá problemas en la disponibilidad de GNL, pero esperamos presión sobre los precios. A la larga la situación se complicará más”.Países como Alemania aumentan su capacidad de importación de GNL en para reducir su dependencia de las importaciones de tuberías.
El sistema eléctrico, que se divide en un tercio en generación hidroeléctrica, eólica y solar, y capacidad termoeléctrica, se encuentra en una situación en la que Chile depende cada vez más de las importaciones de combustibles para aumentar su producción de calor, ya que la producción de agua es baja debido a la actual sequía. Generar electricidad de acuerdo a la demanda de la red.
La consultora Walcesta Energy ha advertido de la subida de los precios de los combustibles (el precio del carbón subió un 125% a nivel nacional en febrero, mientras que los costes del GNL subieron un 72%). El lago del sur de Chile tiene bajo consumo de diesel y gasolina, evitando así cortes de energía en la zona de Puerto Montt.
“Proporcionar energía a todo el sistema [capital] Santiago en el sur se enfrenta a muchas coincidencias que podrían provocar cortes de energía en cualquier momento. Viniendo oficiales es necesario [set to assume power on March 11] Tomar medidas regulatorias inmediatas destinadas a proteger el suministro de combustible necesario para hacer frente al peor de los casos, especialmente GNL y diésel: esto incluye un año muy seco, baja producción renovable y mal funcionamiento de algunos generadores clave”, dijo Walkesta en un comunicado.
En respuesta a estas preocupaciones, las autoridades están desarrollando una extensión de la orden de emergencia del año pasado, que incluye un nuevo mecanismo controvertido: este cambio regulatorio alentará la instalación de nueva producción de diésel para compensar las emergencias informáticas con costos adicionales compartidos entre todos los generadores. Según Azora, no existe una estimación definitiva del nuevo costo de la electricidad, que podría oscilar entre US$ 1/MWh y US$ 10/MWh.
La medida se ha topado con una fuerte oposición de los generadores que no son diésel y los grandes consumidores de energía, quienes argumentan que el costo del margen del sistema debe mantenerse como una señal clara de precio para todas las partes y no debe disminuir por los costos adicionales. Otro argumento es que garantizar un suministro adecuado de combustible es responsabilidad de cada generador de calor, no de todo el sistema.
“Nos preocupa especialmente por qué este sistema extraordinario de financiación, que determina el coste de asegurar la disponibilidad del suministro y debería ser considerado parte de la tarifa energética adecuada en el régimen actual, se paga separadamente por el retiro de energía eléctrica”. Dijo el líder de Azera, José Ignacio Escobar.
Según Venicus, la nueva medida debe entenderse como una forma de seguro pagado por todos los participantes de la computadora para garantizar la disponibilidad del suministro de diésel durante presiones sistémicas extremas, ya que las cadenas de suministro de diésel en el país enfrentan problemas.
“Esperamos que la utilización a plena carga de generadores diésel se convierta en un problema nacional y no en un problema específico de cada unidad, especialmente cuando todo el sistema logístico nacional está en problemas, es decir, es casi imposible obtener suficiente diésel. Términos prácticos si tal seguro nacional no es aceptado”, dijo.
Como informó anteriormente BNamericas, la Secretaría de Energía dio a conocer el año pasado un plan de contingencia que le permitiría suministrar electricidad en condiciones extremas, especialmente en la estación seca, reflejando las condiciones de las sequías anteriores de 1968 y 1998, las cuales podrían generar energía apagones
Finalmente, se evitó el racionamiento y se tomaron una serie de medidas para ordenar al coordinador de la red CEN que agilice el proceso de conexión de las nuevas centrales eléctricas, utilice con mayor prudencia el agua almacenada en las presas y mejore y desarrolle los procesos de mantenimiento de las centrales para garantizar que están en línea cuando es necesario. Un récord de habilidad, entre otros. La orden vence en marzo de 2023, pero los funcionarios planean extenderla.
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