Este contenido fue publicado el 15 de julio de 2023 – 12:11
Por Alejandro Villegas
SANTIAGO (Reuters) – En ciudades de Chile, librerías y vendedores ambulantes hablan de un nuevo libro morado que, o, según la perspectiva del lector, amenazará, remodelar la sociedad en la nación andina.
Este libro explica el proyecto de nueva constitución del país. Sus 388 artículos tocan derechos sociales, género, política y medio ambiente, con el objetivo de cerrar la puerta al actual texto elaborado en 1980 bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El pueblo de Chile sept. 4 votarán para aprobar o rechazar la nueva constitución. Aunque apoyaron abrumadoramente los planes para escribir una nueva constitución en un referéndum hace dos años, las encuestas sugieren que el borrador final podría ser rechazado. El apoyo ha disminuido en medio de temores de que algunas de las propuestas en la asamblea, que está a cargo de redactar el texto, sean demasiado radicales.
En la capital, Santiago, se forman largas filas frente a librerías y puestos callejeros, gente ansiosa por recoger el texto recientemente finalizado, un papel de color púrpura brillante adornado con la bandera chilena. Los vendedores ambulantes dijeron que venden docenas de copias al día.
“El dinero acaba de llegar”, dijo Alfredo López, un vendedor habitual de frutas en la carretera Ahumada de Santiago.
López vendía mascarillas cuando llegó la pandemia y ahora tiene una mesa llena de libros y un letrero amarillo hecho a mano que dice el texto por 3.000 pesos ($3). Aunque López no lee ni planifica el texto, el flujo de clientes es constante y López dice que vende entre 70 y 80 copias al día.
Nacida de la ira por la marcada desigualdad en uno de los países más ricos de la región, que estalló en protestas violentas en 2019, la nueva constitución se ha convertido en un pararrayos para el debate entre quienes quieren preservar el modelo económico basado en el mercado que Chile ha ayudado a impulsar. décadas. Aquellos que aman el ideal de crecimiento y sociedad inclusiva.
Es más grave con el aumento de la inflación y una economía lenta, vinculados a los temores globales de recesión y guerra en Ucrania, lo que eleva los precios de los alimentos y la energía. Los precios del cobre han caído y la moneda de Chile está en su punto más alto.
“Las discusiones se calientan rápidamente y la gente está muy nerviosa”, dijo la especialista en comunicaciones Isidora Varela, de 25 años, quien compró una copia de la constitución el martes y dijo que era su deber leer el texto e informar a los demás.
“No todo el mundo va a leer el texto de la Constitución porque la información es muy densa”, dijo. Varela dijo que ha visto mucha información errónea y “noticias falsas” circulando en las redes sociales con respecto a la constitución propuesta.
Mireia Dávila, profesora de políticas públicas en la Universidad de Chile, dijo que ambas partes todavía tienen tiempo de ganarse a los votantes, y el factor decisivo es la eficacia con la que la campaña de respaldo transmite el mensaje.
“Creo que es importante un voto informado, pero no sé si eso sucederá”, dijo Dávila.
Carlos Bastias, otro vendedor, dijo que las discusiones acaloradas y las peleas estallan regularmente entre los clientes.
“Creo que en unos días abriré un ring (de boxeo) aquí y seré árbitro”, dijo Bastias, y agregó que ha leído la mitad de la nueva constitución pero se abstiene de dar su opinión a los clientes.
“(El debate) va a intensificarse”, dijo Bastias, y agregó que muchos citan el hecho de que la Constitución de Venezuela de 1999 se redactó después de un referéndum nacional como una señal de advertencia de los riesgos del cambio.
“La gente se preocupa porque podría levantar a un país, pero sabes que ha destruido a otros”.
(Reporte de Alexander Villegas y Esteban Medel; Reporte adicional de Natalia Ramos; Edición de Rosalpa O’Brien)
“Web friki. Wannabe pensador. Lector. Evangelista de viajes independiente. Aficionado a la cultura pop. Erudito musical certificado”.