Si los humanos alguna vez aterrizan de manera segura en Marte, los ingenieros tendrán que inventar una nave espacial que pueda reducir la velocidad lo suficiente como para sobrevivir al reingreso.
En 2021, el rover Perseverance de la NASA, conocido como “Siete minutos de terror”, salió ileso después de descender al Planeta Rojo usando un paracaídas primario.
Pero el aterrizaje es más difícil para cargas útiles grandes, como misiles con humanos a bordo.
Afortunadamente, la agencia espacial de EE. UU. puede tener una solución al problema, en forma de un gran escudo térmico inflable que se asemeja a un platillo volador que se lanzará a la órbita terrestre baja esta semana.
Una vez allí, el probador de vuelo inflará un desacelerador inflable (LOFTID) en una órbita terrestre baja, antes de descender de regreso a la Tierra.
La NASA espera que la prueba demuestre cómo el escudo térmico puede actuar como un freno gigante para frenar una futura nave espacial de Marte.
La tecnología está programada para ser lanzada en un cohete Atlas V de United Launch Alliance el miércoles (9 de noviembre) desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, junto con el satélite JPSS-2 en órbita polar.
Si los humanos alguna vez aterrizan de manera segura en Marte, los ingenieros tendrán que inventar una nave espacial que pueda reducir la velocidad lo suficiente como para sobrevivir al reingreso. Afortunadamente, la agencia espacial de EE. UU. puede tener una solución al problema en forma de un gran escudo térmico similar a un platillo volador que se lanzará a la órbita terrestre baja esta semana.
Una vez allí, el probador de vuelo inflará un desacelerador inflable (LOFTID) en órbita terrestre baja, antes de descender de regreso a la Tierra.
Si la prueba tiene éxito, podría ser crucial para ayudar a la NASA a alcanzar su ambicioso objetivo de enviar humanos al Planeta Rojo en la próxima década.
Una vez que JPSS-2 alcance la órbita, el escudo térmico se inflará y se colocará en una ruta de reingreso desde la órbita terrestre baja para probar su capacidad para reducir la velocidad y sobrevivir nuevamente.
Si la prueba tiene éxito, podría ser crucial para ayudar a la NASA a alcanzar su ambicioso objetivo de enviar humanos al Planeta Rojo en la próxima década.
“Esta tecnología puede apoyar a las tripulaciones de aterrizaje y las grandes misiones robóticas en Marte, así como también devolver cargas útiles pesadas a la Tierra”, agregó la agencia espacial de EE. UU.
Cuando se trata de destinos atmosféricos, incluidos Marte, Venus, Titán y la Tierra, uno de los principales desafíos que enfrenta la NASA es cómo entregar las cargas útiles pesadas.
Tal como están las cosas, las carcasas aerodinámicas rígidas existentes están limitadas por el tamaño de la cubierta del misil: la cubierta protectora aerodinámica.
Por ejemplo, quizás recuerde “Siete minutos de terror”, donde el rover Perseverance de la NASA usó un paracaídas para aterrizar en Marte el año pasado.
Las señales de radio enviadas desde la NASA y viceversa tardan 10 minutos para que cualquiera de las partes haga contacto, por lo que después de que el equipo de tierra le dijo a Perseverance que se bajara, el rover se hizo cargo e hizo el viaje épico por su cuenta.
La nave espacial atravesó la atmósfera marciana moviéndose a 12,000 millas por hora, pero luego tuvo que reducir la velocidad a cero millas por hora después de siete minutos para aterrizar de manera segura en la superficie.
Cuando una nave espacial ingresa a la atmósfera, la resistencia aerodinámica ayuda a reducir la velocidad.
Sin embargo, la atmósfera de Marte es mucho menos densa que la de la Tierra, lo que presenta un gran desafío para la desaceleración aerodinámica.
“La atmósfera es lo suficientemente gruesa como para proporcionar algo de resistencia, pero demasiado delgada para frenar la nave espacial lo más rápido posible en la atmósfera de la Tierra”, explicó la NASA.
La solución de la agencia a este problema es un escudo térmico de 20 pies de ancho que se desplegará en los tramos superiores de la atmósfera, lo que permitirá que la nave espacial disminuya la velocidad antes mientras está expuesta a un calor menos intenso.
Se convertirá en el objeto de aire contundente más grande que atravesará la atmósfera durante la prueba de esta semana.
Después de que se entregue la carga útil inicial, el satélite meteorológico orbital polar LOFTID se lanzará para volver a ingresar a la atmósfera de la Tierra.
Desacelerará desde la velocidad del sonido, más de 25 veces más rápido que la velocidad del sonido, hasta el vuelo subsónico, a menos de 609 millas por hora.
La NASA espera que la prueba muestre cómo el escudo térmico puede actuar como un freno gigante para frenar una futura nave espacial de Marte.
El escudo térmico se lanzará al espacio a bordo de un cohete United Launch Alliance Atlas V, junto con el satélite de órbita polar JPSS-2.
Si la prueba tiene éxito, podría ser crucial para ayudar a la NASA a alcanzar su ambicioso objetivo de enviar humanos al Planeta Rojo en la próxima década.
A lo largo del vuelo, una baliza en tiempo real envía periódicamente datos limitados, mientras que los sensores y las cámaras obtienen un conjunto de datos más extenso que se almacena en un registrador de datos interno y un registrador de datos de salida que se descarta y se recupera después del reingreso.
LOFTID desplegará un dosel para permitir una fina niebla hacia abajo y se recuperará del Océano Pacífico.
La NASA dijo que la demostración está lista para “revolucionar” la forma en que se transportan las cargas útiles a destinos planetarios con atmósferas.
Agregó que la tecnología de desaceleración inflable es escalable para misiones robóticas grandes y tripuladas a Marte.