Otodus Megalodon, la inspiración para la película de 2018 “The Meg”, vivió hace más de 23 millones de años. Los fósiles del gigante extinto son difíciles de encontrar: si bien hay muchos dientes de tiburón fosilizados, sus cuerpos están hechos principalmente de cartílago en lugar de hueso, y rara vez se conservan.
“Estimamos que un megalodón adulto puede navegar a velocidades absolutas más rápidas que cualquier especie de tiburón actual y consumir por completo presas del tamaño de los depredadores modernos”, escribieron los investigadores.
La mayor parte de lo que sabemos sobre el megalodón proviene de inferencias científicas: los científicos han estimado que los tiburones extintos podrían medir hasta 65 pies de largo comparándolos con los grandes tiburones blancos, que se cree que son la “mejor contraparte ecológica disponible”, con ambos en la parte superior. de la cadena alimentaria, según el artículo.
Los investigadores utilizaron una espina de megalodón de Bélgica, un diente de los Estados Unidos y cartílago craneal, el equivalente cartilaginoso de un cráneo, de un gran tiburón blanco para construir un esqueleto tridimensional. Luego usaron un escaneo de cuerpo completo de un gran tiburón blanco para estimar cómo se asentaría la carne en el esqueleto del megalodón.
Con una representación 3D completa, obtuvieron estimaciones del tamaño y la masa del cuerpo completo del tiburón. Al comparar los números con el tamaño de los tiburones modernos, estimaron la velocidad de nado de los tiburones, el valor del estómago, las necesidades calóricas y las tasas de encuentro de presas.
El megalodón que diseñaron medía unos 16 metros o 52 pies de largo. Pesaba unos 61.560 kilogramos, o 135.717 libras, según sus estimaciones.
Estimaron que el megalodón podría devorar presas del tamaño de una orca, que pueden medir hasta 26 pies de largo y pesar más de 8,000 libras, en solo cinco mordiscos.
Según los investigadores, la presa del tamaño de una ballena jorobada moderna era demasiado grande para que el megalodón se la comiera por completo. Comer presas grandes puede haberle dado al megalodón una ventaja competitiva sobre otros depredadores. Comer grandes porciones a la vez también les habría permitido viajar largas distancias sin volver a comer, como los grandes tiburones blancos modernos.
Un megalodón adulto debería haber ingerido 98.175 calorías al día, 20 veces más que un gran tiburón blanco adulto. Podrían haber satisfecho sus necesidades vitales al comer alrededor de 31,9 kilogramos de músculo de tiburón, estimaron los investigadores.
El megalodón también fue más rápido que cualquier tiburón vivo, con una velocidad de crucero promedio teórica de alrededor de 3,1 millas por hora. Esta velocidad le habría permitido capturar más presas, ayudándolo a cumplir con su enorme requerimiento calórico.
En general, los datos del modelo 3D pintan una imagen de un “súper depredador al otro lado del océano”, dicen los investigadores.
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